¿COMO CALMÉ UNA RABIETA 10?

¿COMO CALMÉ UNA RABIETA 10?

Cuando yo era niña,era muy buena,pero mis rabietas y mi impulsividad destacaban cuando algo no me gustaba.
Ahora ,mi hijo de 5 años creo que es mi yo antiguo,actúa antes de pensar,le hace falta poco para que como yo digo,el cable cortocircuite.
Yo tengo 39 años,y sigo siendo impulsiva,la diferencia es solo la madurez pero por lo menos,es totalmente igual.
Al ser tan parecidos en ese aspecto,una rabieta suya,se convierte normalmente en una rabieta conjunta,el pierde los nervios y consigue que también los pierda yo.
Si algo me enseña el yoga es a frenar mi impulsividad,a no soltar por mi boca lo que se me ocurra y a respirar antes de actuar.
El otro día estaba yo en mi dormitorio limpiando,con mi música puesta los niños jugando...
Todo parecía idílico ,hasta que de repente escuché un golpe seco,baje el volumen de la música y salí para ver que había pasado.
Era una tontería,simplemente el pequeño le dijo al mayor que si jugaba con el al fútbol y este le respondió que no le apetecía.
¿Como reaccionó mi peque?
Se dirigió a la cocina y lanzó la mesa pequeña cual ironman en pleno enfado.
Al salir y decirme el motivo no sabía ni como reaccionar,ya que me pareció tan absurdo que tenía hasta ganas de reírme.
Rafa(así se llama mi impulsivo favorito)tenía la cara como una mezcla de Terminator y el muñeco diabólico y me di cuenta que en ese momento era tontería intentar hablar con el y explicarle las cosas.
Mi impulsividad aveces sale para lo malo,pero otras tantas me ayuda en lo bueno y ese día había ido al centro de yoga y yo estaba totalmente zen.
¿Que hice?
Subir el volumen de la música que había bajado antes y empezar a bailar delante de el,al principio su cara era ya como la de Miercoles de la familia Adams,pero poco a poco levantaba un poco más la mirada y su boquita parecía arquearse como lo que parecía era una sonrisilla.
Pasado un minutito,ya tenía la cabeza completamente levantada y podía verle hasta la campanilla de las carcajadas que tenía y entonces lo cogí, lo tomé,le cogí la manita como si de un príncipe en un cuento de hadas se tratara y me puse a bailar con el.
No podía tener mejor pareja de baile en ese momento,seguimos bailando esa canción, cuando terminó esa empezó otra y así estuvimos hasta que nos agotamos y no podíamos más.
Nos tiramos al sofá, agotados,bebimos agua,recuperamos el ritmo de la respiración y cuando ya estábamos tranquilos,le pregunté cuál era el motivo de porqué había lanzado la mesa con esa fuerza,y me contestó:
-Ahh,ya nada,porque quería jugar con el hermano y el no quería pero me ha gustado más bailar contigo.
Yo le contesté:
-La próxima vez,acuérdate de esta solución antes de lanzar la mesa y si quieres,juntos elegimos la canción.
Su respuesta con 5 añitos fué:
-Tienes razón mami,siento haberla tirado.
Y el solito fue y la levantó.
Le dije lo orgullosa que me sentía de el por rectificar y volvió la calma a casa.
Somos humanos y los niños no nacen sabiendo,tener rabietas es normal,y para eso estamos los adultos,para enseñarles el camino,para buscar soluciones, para ser coherentes.
Hace un par de años nunca hubiera imaginado que yo reaccionara así, pero gracias a leer ,a meditar,a ser consciente de lo que es la crianza,a sentirme una más entre las mamás y no la peor madre,al ver que no solo a mi se me hace aveces cuesta arriba la maternidad,empiezo a ver las cosas mucho más tranquila,los hijos se sienten para disfrutar de ellos y ellos de nosotros,para ser felices,y si tienen rabietas pues habrá que ponerse las pilas y enseñarles a calmar esas rabietas,porque lo único que queremos en la vida,es,que ellos sean felices y si nosotr@s tenemos rabietas al mismo tiempo que ellos,se convierte la crianza en un ring,y os aseguro,que es mucho mejor,un salón de baile de un cuento de hadas.
                                            La mamá del incienso 🧘🏻‍♀️